Los diversos representantes de los cactus son originarios casi
exclusivamente de America, principalmente de los desiertos y
regiones semideserticas de Mexico, Cuba, el sur de los Estados
Unidos y Jamaica. Se les cultiva mucho en la America tropical,
apareciendo alli asilvestrados con frecuencia.
A estas especies de cactus se las llama «reinas de la noche»,
ya que sus flores se abren solamente una vez entre las 21 y las 22
horas, para volver a cerrarse para siempre entre las 2 y las 3 de la
mañana siguiente. Con ayuda de sus raices trepan por rocas, paredes
y muros, dividiendose en ramas bastantes delgadas que con frecuencia
muestran de cuatro a ocho cantos. Las flores, que desprenden un
intenso olor a vainilla, miden de 18 a 25 cms de largo y al abrirse
entre 15 y 27 cms de anchura. Son de color amarillo pardo por fuera,
amarillo claro en el centro y blancas por dentro. Los petalos rodean
un haz de estambres filiformes. Los tallos van protegidos a
distancias de unos 2 cms por acumulos de puas de unos 2 mm de largo,
en numero de 6 a 8.
La homeopatia es en Europa la principal consumidora de estas
plantas, que las cultiva con frecuencia en invernaderos. La tintura
se prepara de los tallos y flores frescas (Caules et flores
recentes). Para la preparacion de extractos generales se usan
tambien ejemplares importados que han de ser cuidadosamente
examinados, pues es frecuente que se les confunda con Opuntia
vulgaris.
Las sustancias activas han sido tan poco estudiados que no
pueden darse datos exactos. Se ha informado sobre la existencia de
un alcaloide, se ha demostrado la presencia de una sustancia
cardioactiva como glucosido, se han hallado diversas resinas y, en
conjunto, hay que decir que son todos los componentes los que
determinan las propiedades de la planta. Con la planta se realizan
toda una serie de preparados que se emplean para activar la
circulacion y para el tratamiento de las pequeñas irregularidades en
el corazon. El empleo medicinal de la planta se remonta ya a mas de
cien años. Rubini la introdujo en el año 1864 con su obra «Patogena
del Cactus glandiflores» (Napoles, 1864). Numerosos informes
procedentes de clinicas y de experiencias practicas confirman que
esta especie ejerce una influencia favorable sobre la angina de
pecho, la apatia miocardica y diversas irregularidades en el
corazon, especialmente en la llamada extrasistole. |