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El hediondo es un arbusto que no suele superar la altura de un hombre,
a no ser que se encuentre en terrenos muy calidos, pues entonces
puede duplicar su longitud. Las hojas se componen de tres hojuelas,
como las de los treboles, que son lampiñas en el haz, con numerosos
pelitos en el enves y de figura eliptica.
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Las flores son de color amarillo verdoso, con una pequeña mancha
negruzca que mira hacia arriba, y se agrupan en pequeños ramilletes
nacidos de las ramas nuevas. Se caracteriza principalmente porque
despide un olor fetido en cuanto se toca, a lo que debe su nombre.
El hediondo florece en otoño. De la recoleccion con fines terapeuticos
principalmente interesan las hojas, semillas y sumidades floridas,
aunque en algunos lugares utilizan tambien la corteza. Pero es una
planta que puede ser peligrosa en manos inexpertas, asi que no
debemos olvidarnos de asesorarnos bien antes de administrarla. De
todas formas, no suele producir muchas intoxicaciones ya que su
repugnante olor resulta de lo mas disuasorio.
La corteza y las hojas contienen un alcaloide llamado citisina. Ademas,
en las hojas existen grandes concentraciones de malato calcico. Las
semillas -aparte de ser ricas en el alcaloide antes mencionado-
contienen otro alcaloide, la anagirina, que se relaciona
estructuralmente con la lupanina encontrada en los altramuces. De
sus virtudes hay poco que decir. Las hojas tienen un efecto purgante
muy marcado; normalmente se emplean en infusion, pero es dificil
ajustar la dosis y sus efectos secundarios no son nada agradables,
pues incluyen vomitos, fuertes diarreas, dolores tipo colico y
deshidratacion posterior a la perdida de liquido. Las semillas son
vomitivas y muy toxicas, siendo las sumidades floridas las unicas
partes de la planta que se pueden utilizar con relativa seguridad.
De hecho, parece que se emplean en algunas partes del sur de España
como pectorales, en forma de cocimiento. Del resto de la planta es
mejor no hacer ningun uso, salvo por orden facultativa y bajo
estricto control. Con esta planta se preparan infusiones,
cocimientos y otras muchas formas bebibles, pero siempre teniendo en
cuenta la toxicidad del arbusto. Ademas, debemos saber que la
solucion ideal al problema del estreñimiento no estriba precisamente
en el empleo de sustancias laxo-purgantes, sino en el aumento del
consumo de fibra. |